es pelusa la que instiga con su látigo al malsano caballo
estando lleno de podredumbre y muerte, pulsa ese pelo como el francés/
entre el dolor y los gritos se humede lo que queda entre los dientes
una crin morada de fervor, apasionada por las heridas que persisten después del trasiego/ cuando éramos niños mostrábamos las postillas y las lesiones como 'héroes' de guerra lo hacen con sus medallas, era excitante recordar mediante la sangre y el arañazo la fogosidad y devoción con la cual habíamos jugado, la pesadumbre aparece cuando ves desaparecer los signos del esparcimiento de tu propio cuerpo, a mí me quedan las cintas y el pensamiento para resarcirme y revolcarme sobre ello
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