en la puesta de sol de una escarpada sierra castellana, tras
el verde de los árboles y la oscura piedra de los salientes se
acercan unos carneros con becerros de oro, una apostasía cabalga sobre el ruido
de sus cencerros, a lo lejos en el monte aparecen dos figuras de grandes lobos
con dientes de tigre bizantino, en segundas nupcias contraen matrimonio conmigo
y como anillo me ponen las frutas maduras, la obispa hace uso de su ojo
de bronce, pesado como una plomada de universo sobre nosotros nos predispone
en la piel de oveja el placer y la tiranía de la violencia
No comments:
Post a Comment