3.3.13

_mi amiga la hormiga me miraba y yo a ella, con ojos aguosos y enternecedores nos concedimos dos favores





me iban a sacrificar con un arma atravesando mi pecho y todo el puto mundo estaba de acuerdo, pensé en lanzarme al vacío cuando lo hicieran para caer sobre el pueblo ensimismado, en realidad les gustaba el olor de la sangre en sus cráneos



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